Como bien sabréis, soy una persona que desde hace unos meses tiene un videoblog en Internet, además de este blog escrito en el que suelo contar cualquier bobada de las que pienso. Por lo tanto, ya sea por mis redes sociales o, mismamente, por este blog, soy una persona que se encuentra muy ligada al mundo net. Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por ejemplo; Grancias a Internet mantengo el contacto, a tiempo real, con gente que por lejanía me resultaría casi imposible, pero a su vez, mis datos, mi información y, en definitiva, yo, estoy bastante desprotegido a cualquier persona que siendo un poco hábil (por no decir hacker) pueda acceder a cualquier sitio de Internet.
Por otro lado, el tema que me ocupa en esta entrada no es otra que la ocurrida a un chaval en Youtube, que recuerda a casos como la niña agresiva que defendía a Justin Bieber, pero que en esta ocasión termina siendo un poco más irritante y descarado, no por parte de el recibimiento, que también resulta alarmante y en el cual me incluyo, si no por la actitud grotesca y agresiva que ha denotado hacia un colectivo en general de esta sociedad. El susodicho chaval se ha dedicado a atacar y despotricar contra el colectivo LGTB, recibiendo su mayoría la "T" de la ecuación, insinuando cosas atroces sobre ellos. (Si sois un poco avispados os daréis cuenta la "T" significa transexuales.)
No voy ni a mencionar lo que este individuo ha dicho, ni lo que yo pienso de todo este tema del colectivo LGTB, pues no es el tema del que hablo, de lo que quiero hablaros es de Internet. Internet resulta un arma muy poderosa, capaz de hundir o alzar a la gente en cuestión de días e incluso horas.
No obstante, también tiene sus normas. Si respetas, serás respetado en mayor o menor medida. La gente puede discrepar contigo y solo serán los más torpes los que arremetan contra tu persona, pero si enseñas los dientes, has de tener en cuenta que ante esos dientes, responderán un gran número de dientes anónimos dispuestos a lanzarse a tu yugular dispuestos a reclamar una justicia diferente a la de la vida real.
Es el riesgo de meterte en el mundo donde las pantallas se presentan como rifles de francotirador. Que puedes recibir un tiro a distancia y nunca saber de donde vino, a no ser que tengas unas habilidades propias de Sherlock Holmes trasladadas al mundo net.